Impresiones poderosas, tan antiguas como la especie humana misma, miedo y deseo son las principales emociones que provoca en nosotros el vampiro: un terror paralizante que se combina con una inevitable atracción. Pero reducir una obra cumbre de la literatura universal como Drácula a una novela de terror supone pasar por alto el intenso impacto cultural que ha tenido en nuestras sociedades. En el interior de esa ficción palpitan los terrores y anhelos de toda una época que extienden sus tentáculos hasta nuestros días.
Miedo y deseo. Historia cultural de Drácula, texto multiforme, ofrece distintas lecturas y posibilidades. Es un viaje al corazón de los Cárpatos en busca de lo que somos y la lucha heroica de una joven por sobrevivir, por encontrar un espacio al margen de las imposiciones de los varones. Es también una indagación sobre el fanatismo, la maldad y la locura, sobre la autopercepción de las clases dominantes y sobre el trato que debemos dispensar al diferente entre otras muchas reflexiones. Desde esta perspectiva que nos brinda Alejandro Lillo, la presente investigación es una historia cultural sobre el modo en que distintas ideologías y discursos pugnan por modelar a los sujetos históricos, por determinar sus actos, su forma de ser y de comportarse.
¿Podrá Drácula ayudarnos a entender mejor el mundo del que venimos? ¿Podrá contribuir a conocernos mejor a nosotros mismos? ¿Seremos capaces de soportar la mirada del monstruo para descubrir aquello que tiene que mostrarnos?
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