El meticuloso analista de la política vasca que siempre ha sido Teo Uriarte afila en este libro su visión sintética no solo por la eficacia y brevedad con que la plantea, sino por los momentos históricos elegidos para ello, que son a la vez parte de su biografía personal y de la memoria sentimental de todos nosotros. Lo hace sin complejos, con descaro, aunque dentro de unas formas educadas. Las conclusiones a las que te lleva, por su lucidez, no queda otra alternativa que hacerlas tuyas.
Porque no son intuiciones, que podrían ser discutidas. Son nuevas realidades que ya nos envuelven y sufrimos: porque el problema vasco, que era un problema policial, ahora es político Porque nuestros oxidados partidos no van a ser capaces de soportar la presión Porque tras cuarenta años de dictadura deseando democracia y partidos, la ciudadanía se ha desmoronado y ahora tiene una pésima opinión de todos ellos
Porque si la única patria posible, que decía Camus, es la justicia, aquí al reivindicarla debemos defenderla de los recién llegados del terrorismo, que se declaran demócratas y no lo son Porque son hijos de la violencia que no condenan Porque les premiamos para que los suyos no vuelvan a matar Porque hoy la batalla donde se juega es en la arena de la comunicación, en el lenguaje, en los medios, precisamente donde la democracia es más débil Porque ahora solo tenemos confusión e información distorsionada y unos cuantos muy contentos preparándose para el siguiente acto del sainete, en el que solo unos recibiremos los palos
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