A más de dos décadas de su aparición, La pobreza: un estudio filosófico da muestra de su pertinencia y vitalidad en un mundo en el que el hambre, la exclusión y la marginación siguen amenazando la vida de millones de personas en pleno siglo XXI, a pesar de los progresos tecnológicos y los avances en derechos democráticos y sociales. La población mexicana, con sus propias mejoras y desafíos, no es ajena a estos severos problemas que constantemente vulneran su bienestar. Motivada por los desarrollos teóricos sobre justicia distributiva surgidos a finales del siglo XX en las obras de Rawls, Walzer, Elster, Sen, entre otros pensadores, Paulette Dieterlen realizó un notable estudio que además de poner a discusión y clarificar conceptos clave como pobreza, necesidades básicas, criterios de distribución, derechos de bienestar y desigualdad, se sirvió de ellos para analizar el proyecto de política social más ambicioso implementado por el gobierno mexicano entre 1997 y 2002 para combatir la pobreza: el Programa para la Educación, la Salud y la Alimentación (Progresa); el cual, en su origen, centró su atención en el desarrollo de las capacidades de las personas. Desde un enfoque filosófico, Dieterlen expone con claridad los alcances y las limitaciones de un programa de acciones destinado a enfrentar la pobreza, así como las repercusiones de las ideas que lo sustentaron. En palabras de Elisabetta di Castro: 'La persistencia de la pobreza y la desigualdad invitan a leer con mayor interés este libro de Dieterlen. Su lectura es una oportunidad para acercarse a analizar estos graves problemas y reivindicar la necesidad de su atención, así como la pertinencia de la fiosofía para pensar la posibilidad de superarlos'.