Todas las publicaciones del Prof. Dr. Santiago Mir Puig, Catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, despiertan (o deberían despertar) un enorme interés en cuantos, de una manera u otra, nos ocupamos del Derecho penal. No en vano el Prof. Mir es uno de los más importantes penalistas actuales, en nuestro país y fuera de é1. Si además se trata de la obra en que este autor expone ampliamente su concepci6n global sobre la Parte general del Derecho penal, el interés aumenta. Por ello, las tres ediciones anteriores de su Derecho Penal. Parte General han constituido aportaciones fundamentales a la ciencia y práctica del Derecho penal, han sido amplísimamente difundidas, estudiadas, y siempre citadas, como fuente de información y, sobre todo, de reflexión. Para la doctrina científica jurídico-penal constituyen una referencia obligada, que mueve siempre a replantearse las cuestiones y a valorar las nunca banales y casi siempre originales propuestas de configuración del sistema jurídico-penal (que se desarrolla con una coherencia máxima) y de solución de problemas concretos ofrecidas por Mir Puig. Éste es uno de los autores que más adhesiones a sus opiniones encuentra, pero también uno de los más criticados; ello no es casual: sólo quien es capaz de realizar construcciones científicas de altísimo nivel, sin prejuicios y con una fundamentación tan sólida como la que muestran las de Mir, puede suscitar tanto debate científico. Y el debate científico es el que debería hacer progresar el Derecho penal para que el mismo cumpla los fines de servicio a la sociedad que todos (más o menos automáticamente) proclamamos. El estado de nuestro Derecho penal y la discusión actual sobre el mismo no pueden, por tanto, entenderse sin las aportaciones de Santiago Mir Puig.