La innovación es necesaria, es posible, es personal. Este último punto es el más crítico. Todos podemos innovar. Además, en un entorno de cambio exponencial y acelerado, no podemos permitirnos el lujo de no innovar. Tanto si estamos al frente de una pyme como de una gran multinacional, de un pequeño ayuntamiento o de una compleja organización. En cualquier aspecto de muestro trabajo, e incluso en nuestra vida personal, encontrar las vías de mejora es algo decisivo.
Pero para desarrollar un proyecto innovador, primero es necesario responder a cuatro preguntas: ¿Qué es la innovación?, ¿qué la motiva?, ¿quién innova? y, sobre todo, ¿CÓMO SE INNOVA?
Para que una idea innovadora no se quede en un mero ejercicio imaginativo, también hay que saber cómo convertir esa idea en un proyecto real con posibilidades de éxito. Para ello es fundamental el ejercicio de un liderazgo innovador, que aplique la creatividad en la solución de problemas y que estimule la innovación dentro de la empresa.
La obra ofrece un método probado para desarrollar eficazmente la innovación. Todos somos seres creativos, todos podemos innovar, pero pocos son aquellos que realmente lo consiguen. ¿Por qué? La verdad es que la innovación no es una tarea sencilla. Solo los genios saben identificar una idea realmente innovadora y ponerla en práctica sin fracasar en ello; para el resto, la innovación nos parece algo inalcanzable. Nada más lejos de la verdad, sobre todo cuando podemos contar con una guía que nos indique el método para la innovación.
Por primera vez en castellano, en un lenguaje sencillo, directo y ameno, expuesto mediante ilustraciones para hacer aún más fácil su comprensión, los autores ofrecen un método eficaz, basado en la experiencia de 30 años de la compañía norteamericana Synectics, líder en el campo de la innovación, adquirida por el grupo Altran.
La innovación está al alcance de todos, con los instrumentos adecuados y una buen a praxis directiva está al alcance de quién se atreva a hacer frente a los cambios imprescindibles ya no sólo para el triunfo sino para la mera supervivencia. En los momentos de crisis, cuando percibimos el cambio como algo determinante en nuestras vidas y en nuestras empresas y organizaciones, un instrumental adecuado y una buena praxis directiva pueden decantar la balanza de nuestro lado
