En este libro de memorias, el historiador Mark Mazower compone un fresco conmovedor de su propia familia que, por azares del destino, pasó por el sitio de Leningrado, el gueto de Vilna, el París ocupado e incluso por las filas de la Wehrmacht.
Su padre, hijo de emigrantes judíos rusos establecidos en Londres tras la guerra civil y la revolución, tuvo la suerte de nacer en Gran Bretaña. Max, el abuelo, había militado de joven en la organización socialista del Bund y se había enfrentado a las tropas zaristas, aunque nunca hablaba de ello. Frouma, la abuela, provenía de una familia devastada por la Gran Purga y que, aun así, logró abrirse camino en la sociedad soviética. Un siglo después de la Revolución rusa, esta historia evoca una facción socialista hoy olvidada: un colectivo apasionado, humanitario y abierto de miras. Al mismo tiempo, el libro nos habla de la felicidad que en ocasiones aguarda a los perdedores de la historia, del poder de la amistad y de los valores que permitieron que el hijo de Max y Frouma sintiera Inglaterra como su verdadero hogar.
En Lo que no me contaste, Mazower se adentra en la historia de su familia que es, a la vez, la de los avatares de la Europa del siglo XX para dejar constancia de los sacrificios y los silencios que marcaron a toda una generación y sus descendientes