El Discurso para un Método Económico (por una economía humanista), presenta una nueva visión de la estructura social, política y económica que debe regir la nación. El autor plantea que la propiedad privada debe respetarse en sus fundamentos básicos, para permitir el desarrollo material y espiritual del hombre. Pero, se pre gunta: ¿es posible que la riqueza de la nación se sustente también, en su integridad, en la propiedad privada, o si dicha propiedad debe sustituirse por sólo una administración privada? El mundo siempre ha pensado, desde muy antiguo en la historia, que esta propiedad privada, respecto de la riqueza de la nación, debe respetarse sin límites, enfoque económico que ha originado abusos sociales y un modo de vida totalmente deshumanizado, afectando a la cultura y a la vida espiritual, y lo que es peor, ha concentrado la riqueza en muy pocas manos. Las revoluciones sociales que se han producido en la historia, desde la revolución francesa, han luchado para ofrecer una mejor vida a los hombres, y esta finalidad tan noble, no sólo no se ha conseguido, sino que las Naciones Unidas nos informa (en 1998 "lo que no ha sido ni desmentido ni modificado), que sólo 225 personas poseen el 47% de la riqueza de toda la humanidad, y que esta situación tiende a concentrarse aún más, lo que es, verdaderamente, apocalíptico. Ante una situación así, el autor considera que la estructura económica, social y política actual, debe modificarse radicalmente y sugiere en su libro los sistemas que deben establecerse para evitar esta situación. Ya no cabe hablar de los sistemas marxistas, socialistas o capitalistas, porque todos ellos han tenido su oportunidad y han logrado muy poco. El cambio tiene que ser radical, no es posible establecer medidas correctoras, porque ellas no solucionarán nunca la situación, y por consiguiente, es preciso hacer un cambio estructural, desde la primera piedra del sistema