La Gran Recesión que abate a la economía mundial se encuentra lejos de haber terminado, muy en especial en el caso de algunos países de la periferia europea como España. El presente libro, por tanto, lejos de constituir una crónica de la actual crisis con principio y final se contenta con abarcar su gestación y sus primeros destrozos: el pinchazo de la burbuja crediticia e inmobiliaria generada por los bancos centrales, la quiebra del sistema bancario mundial y la implementación de los distorsionadores planes de despilfarro público.
Sin embargo, que la conclusión de la crisis no haya podido escribirse todavía no significa que ésta no vaya a verse fuertemente afectada por los acontecimientos analizados en este libro. Al cabo, han sido los Gobiernos quienes, merced a su hiperbólico intervencionismo, han obstaculizado los reajustes que requería la economía y, por tanto, quienes nos han condenado a una etapa de estancamiento depresivo mucho más prolongada de lo necesario. Es esta colección de despropósitos políticos, así como su delirante justificación por parte de los economistas de cámara, lo que Juan Ramón Rallo va desmenuzando y criticando a lo largo de esta recopilación de 90 artículos publicados a pie de actualidad entre 2007 y 2009.
90 columnas escritas con el propósito de hacer inteligibles multitud de conceptos económicos que, en principio, podrían parecer incomprensibles para los legos en la materia; 90 columnas que, a buen seguro, le brindarán una perspectiva sobre la crisis bastante diferente y enriquecedora de la que nos han ido ofreciendo los principales medios de comunicación; 90 columnas en las que se van desmontando una a una todas las tretas con las que, aprovechándose del pánico y del desconcierto generados por esta Gran Recesión, el estatismo ha buscado, y casi siempre conseguido, recortar nuestras libertades y socavar nuestro bienestar.
El libro se completa con unas excelentes ilustraciones del arquitecto Juan Álvaro Pernía.
«Este excelente libro, que reúne textos de Rallo del período más acusado del derrumbe económico y financiero, entre 2007 y 2009, demuestra que no fue la libertad la que originó la crisis sino precisamente el intervencionismo tan generalizado y aplaudido
PRÓLOGO, por Carlos Rodríguez Braun
INTRODUCCIÓN, por Juan Ramón Rallo
1. Se acabó la fiesta
2. Los orígenes de la crisis
3. El conejo y las propinas
4. Que no hay crisis...
5. Vuelven los inflacionistas
6. La banca y los políticos
7. El País rescata a Keynes
8. Por qué se equivocaron los bancos
9. Hacia la nacionalización de la banca
10. La obra pública no es la solución
11. El déficit exterior resume nuestra crisis
12. ¿Trichet o Bernanke
13. Cómo agravar una crisis
14. Vaya tropa
15. Crónica de una quiebra y de una nacionalización anunciadas
16. Una solución peor que su problema
17. El broche de George W. Bush
18. ¿Hace falta más regulación?
19. ¿Mucha avaricia y muy poca información?
20. El peligro de los planes de rescate
21. ¿Inflación o deflación?
22. Zapatero nos remata
23. ¡Desregulen las agencias de calificación!
24. ¿A qué juega la Reserva Federal?
25. Madoff no ha causado esta crisis
26. Las recetas de Greenspan
27. Los precios tienen que ajustarse
28. Las expansiones monetarias distorsionan los precios
29. Tres malas ideas
30. ¿Hay que nacionalizar la banca?
31. Lo que Krugman no entiende
32. ¿Habríamos estado mejor sin el euro?
33. El despeñadero proteccionista
34. Cebando la crisis
35. Salir del euro no es la solución
36. Más de 200 años sin aprender la lección
37. El oro vuelve a brillar
38. Cerrando mercados
39. Así no se expande el crédito
40. O libre comercio o depresión
41. Jugando al mercado
42. Sobresueldos y rescates: lo malo y lo peor
43. Parar las máquinas en tiempos de crisis
44. Y aquí, ¿qué ha fallado?
45. Los límites de la regulación
46. La voracidad fiscal del G-20
47. Menos libertad contra la crisis
48. Tres mitos que caen con la crisis
49. De desastre a calamidad
50. ¿Estas son las recetas del PP contra la crisis?
51. Tómbolas monetarias
52. Hipotecando su presente y su futuro
53. Los enemigos de los trabajadores
54. Macroeconomistas desorientados
55. Mejor sin planes E
56. Ni PP ni PSOE
57. El iluminado de La Moncloa
58. En defensa de la deducción a la vivienda
59. Señales para un optimismo matizado
60. ¿Funciona? No
61. España en la carrera de la rata
62. Cambiar para que todo siga igual
63. Los pies de barro del crecimiento inflacionista
64. ¿Alguna vez nos libraremos de los keynesianos?
65. Contra Milton Friedman
66. Los keynesianos cebaron la crisis subprime
67. Zapatero, cómprame un piso
68. De Madoff a Hernández Moltó
69. ¿Se podría haber hecho peor?
70. Obama no ha salvado la economía
71. Madoff: Un fallo del Estado, no del mercado
72. ¿Por qué no se aprieta Blanco el cinturón?
73. ¿Combatió Bernanke la contracción secundaria?
74. ¿Resistirá el dólar otros cuatro años de Bernanke?
75. El colapso de la macroeconomía... y de Keynes
76. ¿Y para eso renueva a Bernanke?
77. Sí había alternativa
78. ¿Qué pasó en Islandia?
79. Posner, otra víctima de Keynes
80. La corta vida de la burbuja Zapatero
81. Un keynesiano contra Keynes
82. La receta de UGT contra el paro
83. España, una ciénaga keynesiana
84. ¿Dónde se ha perdido nuestra riqueza?
85. Economistas curiosos y demagogos contra la crisis
86. No a la Tasa Tobin
87. Bernanke, losa del año para la recuperación
88. Montilla, Camps y Gallardón coinciden: ¡viva el consumismo!
89. ¿Transparencia para quién?
90. El crédito desapareció y los gobiernos ocuparon su lugar
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