En México, las políticas de liberación económica, junto a las políti-cas macroeconómicas de estabilidad, han actuado a favor del sec-tor financiero y en detrimento del sector productivo nacional, en presiones crecientes sobres el sector externo y en bajo crecimien-to. Lo que ha llevado a una dependencia económica externa de la entrada de recursos.
La economía nacional no tiene condiciones endógenas de acumu-lación y crecimiento, esto ha sido porque las variables externas (exportaciones, remesas, inversión extranjera) han pasado de ac-tuar positivamente a una forma negativa a la economía nacional.
Se debe lograr contrarrestar los desequilibrios externos e internos crecientes que enfrenta la economía nacional. Por lo tanto, la eco-nomía no puede recurrir al endeudamiento externo, ni a mayor ex-tranjerización de sectores estratégicos para mantener nuestra in-serción en el contexto de la globalización y el tipo de cambio, bene-ficiando sólo a los dueños del dinero.
La liberación económica nos ha llevado a perder el manejo sobera-no de la política económica a favor del crecimiento, a fin de no afectar las condiciones de estabilidad cambiaria exigidas por el ca-pital financiero.
El gobierno mexicano solo espera a que Estado Unidos salga de su crisis para que nuestro país vuelva a crecer, pero esto no funcio-nará, porque se continúa con la dependencia de las variables exter-nas. No hay una preocupación por parte del gobierno en generar condiciones endógenas de acumulación.
Hace falta abandonar las políticas económicas predominantes, e implementar una política a favor de la esfera productiva y del pleno empleo, a fin de recomponer el aparato productivo así como a la generación de empleo, y a reducir el déficit de comercio exterior.
El problema es político, de correlación de las fuerzas, y a pesar de que los excluidos son la mayoría de la población, no tienen la con-ciencia política, ni se dan los niveles de movilización necesarios, para movilizar políticas económicas a favor de los intereses de las grandes mayorías del país.