«Por primera vez se edita en español de la obra de J. C. L. Simonde de Sismondi Nuevos principios de economía política (1827).
Supone la recuperación de un clásico de la economía que representa una gran contribución a nuestra época, porque las crisis cada vez más graves del sistema capitalista actual reclaman la búsqueda de nuevos principios de economía política, que mitiguen con mejor ciencia y más equidad la acción egoísta del interés individual como motor del desarrollo económico.
Coetáneo y crítico de David Ricardo y Jean-Baptiste Say, fue inicialmente seguidor de la doctrina de Adam Smith, pero finalmente declaró públicamente la falta de sentido social de su obra. Amigo de Thomas Malthus, fue el primero en identificar las desigualdades y los riesgos de la Revolución Industrial y en buscar con nuevos principios económicos soluciones más equitativas para el capitalismo.
Considerado un autor imprescindible en la teoría económica, fue precursor de Karl Marx, y teorizó sobre la plusvalía 40 años antes de editarse El capital; asimismo influyó en la obra de Frederick List, John Ruskin y de otros autores posteriores influyentes como John Maynard Keynes y Joseph Schumpeter.»
Umberto Mazzei
«Sismondi fue inicialmente un seguidor de la obra de Adam Smith publicada en 1776, La riqueza de las naciones, con su elogio de los beneficios generales proporcionados por la 'mano invisible del mercado. Más tarde se mostró contrario al laissez-faire y favorable a la intervención del Estado como regulador del mercado. En 1819 en sus Nouveaux principes d´économie politique advirtió que la economía de mercado llevaría a crisis económicas continuadas. Se le atribuye el término «lucha de clases» para describir las primeras luchas obreras, aunque estuvo sin embargo a favor de la propiedad privada urbana, agraria e industrial. Esas incipientes ideas sobre los conflictos sociales propios del capitalismo y sobre las crisis económicas llevaron más tarde a que su obra fuera incorporada tanto por Karl Marx como por John Maynard Keynes. Sismondi no creía en la llamada Ley de Say: 'la oferta crea su propia demanda. Al contrario, podía darse una sobreproducción sin que la demanda efectiva la absorbiera debido a que el propio sistema producía desigualdad, pobreza y falta de poder adquisitivo. Fue también el introductor del concepto de la plusvalía del trabajo obrero, bajo la palabra francesa de mieux value, que luego Marx popularizó.»
Joan Martínez Alier
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